El sofá es uno de los elementos más utilizados del hogar, y en el que pasamos gran parte del tiempo de descanso. Por eso, en él crecen los ácaros del polvo, muy presentes en todas las casas, que se alimentan de las escamas de la piel de nuestras mascotas y de la propia nuestra, y cuya proliferación se da en lugares como las tapicerías, uno de sus favoritos.