¿Por qué no es recomendable compartir calzado?

22 Abr ¿Por qué no es recomendable compartir calzado?

Que los niños lleven ropa prestada es algo muy común. Prendas que pasan de hermanos mayores a pequeños, a primos o a amigos. La ropa suele estar en buenas condiciones porque en la mayoría de los casos se usa solo durante un par de meses. Pero, ¿qué pasa con el calzado? ¿Es recomendable usar para un bebé o niño zapatos heredados? Los expertos dicen que no pero con algunas excepciones. Vamos a ver sus razones.

Los zapatos o zapatillas tienen una función diferente a la de la ropa. Los expertos recomiendan que los niños no hereden los zapatos de sus hermanos ni los de otros niños ya que pueden estar hechos al pie del otro niño. Cada persona, niños o adultos, tenemos los pies de una forma diferente. Un calzado prestado puede provocar rozaduras o molestias.

Cuando los niños son pequeños, sus pies crecen mucho y a un ritmo acelerado como hace el resto del cuerpo. Con adquirir unos tres pares en las zapaterías del Centro Comercial Monteclaro es más que suficiente. Un par de calzado de deporte, otro más informal y cómodo y un tercer par de vestir para ocasiones especiales. Si los zapatos no se han usado mucho y por ejemplo no tienen forma interior se pueden reutilizar. Es decir, si se utilizan sólo unos meses porque se alternan con otros pares la huella no quedará lo suficientemente marcada como para molestar a otro niño al que pongamos esos mismos zapatos. Además, a medida que los niños crecen, a los 6 años más o menos, el pie ya no crece tan rápido y las zapatillas se desgastan más porque se usan durante más tiempo y ya no se ceden a otra persona.  

En resumen, si unas zapatillas están muy hechas al pie del otro niño es mejor no aprovecharlas. En cambio, si se han usado solo unos meses y la plantilla está bien, se pueden reutilizar. Habrá que valorarlo convenientemente.

De hecho, los podólogos recomiendan que los niños en casa vayan descalzos para que vayan pisando de diferentes maneras y con diferentes posiciones y gestos. Se trata de fortalecer todos los músculos del pie.