Los mercados navideños más fascinantes de Europa

05 Dic Los mercados navideños más fascinantes de Europa

La época navideña es algo especial porque su ambiente único se respira a cada esquina, desde los portales y las calles hasta los pasillos de nuestro centro comercial. Pero hay que reconocer que cuando se trata de crear una entrañable estampa navideña, pocos sitios pueden igualar a los tradicionales mercados navideños europeos. Sobre todo en la parte central del Viejo Continente, cada diciembre se levanta un despliegue de puestos que alumbran la fría noche en distintos emplazamientos emblemáticos para ofrecer los productos tradicionales del país. Todo un placer para los sentidos que también puede convertirse en un plan atractivo para una escapada navideña como las que te proponemos desde Centro Comercial Monteclaro. ¿Quién dijo que no merecía la pena viajar en invierno?

Praga: una de las estampas más reconocibles, con sus tenderetes rojos aposentados en plena plaza de la Ciudad Vieja, al abrigo de dos monumentos inconfundibles como son la iglesia de Nuestra Señora de Týn y el Ayuntamiento que alberga el famoso reloj astronómico. Todo ello con el aroma embriagador del famoso glühwein, ese vino caliente y especiado que puedes amar u odiar pero no te dejará indiferente.

Viena: siguiendo con un clásico recorrido centroeuropeo, no podríamos olvidarnos de la capital austriaca, donde las vistas no tienen nada que envidiar: el mercado se levanta a la sombra de la imponente torre neogótica de la casa consistorial, que alcanza los 98 metros de altura. Aquí uno de los elementos diferenciales, además de una variedad abrumadora de adornos navideños a la venta, son los conciertos de trompeta cada noche desde el mismo balcón del ayuntamiento.

Tallin: ¿quieres un destino un poco más exótico? Prueba a viajar hasta Estonia. Aunque el país es conocido hoy por estar a la vanguardia tecnológica, cuando se trata de la Navidad pueden presumir de tradición como pocos, y es que se dice que allí se instaló el que se podría considerar como primer árbol de Navidad de la historia. Seis siglos después, su casco antiguo medieval se mantiene en excelentes condiciones para ofrecer un marco muy especial a un mercado cuyos productos típicos te sorprenderán, al no ser tan conocidos como los de otros países que nos quedan más cerca.

Copenhague: cuando se trata de vivir un momento de verdadero ensueño, no podemos olvidarnos de que la urbe danesa celebra uno de sus mercados de Navidad en los magníficos Jardines Tivoli: el segundo parque de atracciones más antiguo del mundo, con un encanto que podríamos llamar inimitable de no ser porque precisamente sirvió de inspiración para la construcción de la mismísima Disneyland. Entre puestos y luces navideñas, la experiencia se vuelve aún más inolvidable.