01 Jun Blanqueamiento dental domiciliario, ¿cómo se realiza?
El blanqueamiento dental en clínica es un tipo de tratamiento estético muy demandado con el que se aclara la tonalidad del esmalte, eliminando manchas y decoloraciones. Para ello, se emplea peróxido de hidrógeno (que funciona como agente activador) y una máquina de luz fría con la que se liberan propiedades blanqueadoras que penetran en el esmalte hasta conseguir el resultado deseado.
Pero ¿sabías que también se puede realizar este tipo de tratamiento desde casa? En las siguientes líneas te contamos cómo funciona el blanqueamiento dental domiciliario. ¡Presta atención!
Blanqueamiento dental en casa, ¿en qué consiste?
Para realizar el blanqueamiento dental en casa se emplea una férula hecha a la medida del usuario y agente blanqueador. Este último está compuesto por peróxido de carbamida o de hidrógeno. Cada paso realizado se ejecuta siempre bajo las instrucciones del profesional.
Ventajas del blanqueamiento domiciliario
Entre las ventajas del tratamiento domiciliario destacamos que es un método más económico y sencillo que el realizado en cabina.
No obstante, para completarlo y reducir sustancialmente el tiempo necesario para obtener los resultados finales, muchos pacientes apuestan por el blanqueamiento mixto. Esta modalidad es adecuada para quienes tienen una dentadura más resistente al blanqueamiento. Y es que el agente blanqueador empleado en domicilio no es tan potente como el utilizado en cabina, donde se aplica peróxido de carbamida con una concentración de entre el 35 y 38%.
Precauciones
Con todo, lo más recomendable es realizar este tratamiento bajo la supervisión de un especialista. Tengamos en cuenta que hay muchos productos de venta online que no están controlados por profesionales y se corren riesgos.
Riesgos de prescindir de la supervisión de un especialista
¿Qué consecuencias generales puede tener recurrir a blanqueamientos sin supervisión profesional? Estas son las más comunes:
- Abrasión del esmalte dental.
- Quemaduras en las encías y mucosas.
- Dientes amarillentos a largo plazo.
- Desgaste dental.
- Hipersensibilidad.
En definitiva, lo más recomendable es que en este y otros procedimientos, sea un profesional odontólogo quien supervise y realice un seguimiento adecuado de cada paciente.
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